En la siguiente entrada te vamos a contar la evolución del mundo de la Impresión 3D, el crecimiento que ha experimentado en los últimos años y el impacto que la comunidad RepRap ha tenido en él.
Para ponernos en contexto, es necesario entender qué son las 4 libertades y qué implica esto.
Las 4 libertades
Se dice que un producto es libre cuando respeta las 4 libertades definidas por Richard Stallman
- La libertad de utilizarlo como se desee y con cualquier propósito: libertad de uso
- La libertad de estudiar cómo funciona el programa, y adaptarlo a las propias necesidades: libertad de estudio
- La libertad de copiarlo y redistribuirlo: libertad de distribución
- La libertad de modificarlo y redistribuirlo: libertad de mejora
Su aplicación es intuitiva e inmediata: compartiendo el código de la aplicación el usuario tiene libertad de estudio y libertad de mejora; permitiendo cualquier uso del mismo se otorga al usuario la libertad de uso y la libertad de distribución.
Estas 4 libertades se aplicaron inicialmente al mundo del software, dando lugar a lo que conocemos como software libre. Sin embargo, hasta hace muy pocos años, era difícil entender cómo esto se podía aplicar a los objetos físicos, haciendo que los objetos físicos libres, aunque teóricamente posibles, en la práctica tuvieran muy poca relevancia, no existiendo comunidades de conocimiento alrededor de ellos.
Esto también tenía su impacto en el mundo industrial. Aunque se compartieran las fuentes de los desarrollos mecánicos, no se podían duplicar fácilmente (en poco tiempo y con bajo coste), dificultando su estudio y mejora. Los desarrollos distribuidos, entendidos como varias personas trabajando sobre un mismo diseño desde distintos lugares del mundo, tampoco eran fáciles, por las mismas dificultades de fabricación (imprescindible en cualquier proceso de diseño). Mientras en el software crecían las plataformas de trabajo distribuido, como SourceForge, o GitHub, no existía nada semejante en el mundo de los objetos.
Capacidad para fabricar
La impresión 3D revierte esta situación, ofreciendo al usuario la capacidad de la fabricación personal. Del mismo modo que un ordenador permite trabajar con el código fuente del software, una impresora 3D permite fabricar objetos físicos a partir de sus fuentes digitales. Veamos si una impresora 3D permite de un modo sencillo disfrutar de las 4 libertades en el mundo de los objetos físicos.
- Libertad de uso, para esto no es necesario tener una impresora 3D, afecta al uso que le demos a una pieza mecánica, es una libertad que el autor da a los usuarios.
- Libertad de estudio, para estudiar cómo está diseñada una pieza, en principio bastaría tener las fuentes, pero si deseamos hacer modificaciones para ver cómo afectan a la pieza, sin poder fabricarla serviría de bien poco. La impresora 3D permite un estudio más profundo de los diseños de otro.
- Libertad de distribución, claramente, sin poder fabricarlo, no podemos copiarlo ni distribuirlo.
- Libertad de mejora, además de las fuentes, necesitamos poder fabricar las mejoras para verificar que es efectivamente una mejora o una adaptación a unas necesidades concretas.
La comunidad RepRap
Como decíamos en el post anterior, la impresión 3D surgió hace ya más de 30 años. Sin embargo, no fue hasta después de que en 2009 expirara la patente que la compañía americana Stratasys tenía sobre la tecnología de modelado de deposición fundida (FDM por sus siglas en inglés) que la impresión 3D experimentara un crecimiento espectacular. Este año se puso a la venta la primera impresora 3D en forma de Kit desarrollada por Adrian Bowyer, la Darwin, basada en el concepto RepRap: una máquina libre y autoreplicable. A partir de este momento, la comunidad libre no ha parado de crecer y las impresoras 3D de evolucionar.
Gracias a la comunidad RepRap y, en España en concreto, gracias a la comunidad Clone Wars, las impresoras 3D se han extendido rápidamente por todo el mundo, siendo accesibles a una gran mayoría de apasionados de la tecnología a un precio razonable. A partir de una impresora inicial, la Darwin, surgieron innumerables modificaciones que siguen evolucionando a cada instante.
Lo original de este movimiento es que las Impresoras 3D RepRap son máquinas libres que favorecen a la creación de objetos físicos libres, es decir, la comunidad RepRap favorece y a la vez necesita el conocimiento libre. Además, gracias a la libertad de uso y distribución, la comunidad RepRap ha permitido e impulsado la creación de numerosas empresas cuyo modelo de negocio gira en torno a la impresión 3D, y a su vez estas empresas enriquecen a la comunidad produciendo nuevos modelos de impresoras, desarrollando materiales de impresión, facilitando la adquisición de componentes y kits de montaje, etc.
Por un lado, hemos visto la evidente evolución de las impresoras y de la comunidad RepRap, y por otro, se comprueba que efectivamente existe libertad de uso, la libertad de estudio, de mejora y de distribución en los objetos físicos. Es importante añadir también que algunas de las mejoras desarrolladas son comercializadas por empresas, lo que entra dentro de la libertad de uso y de distribución. Lejos de ser un uso abusivo del conocimiento libre, es algo recomendado, dado que la comunidad libre está también llamada a ser motor económico de la sociedad, favoreciendo el espíritu emprendedor y generando un tejido empresarial que la apoye y se nutra de ella. Sólo de ese modo el modelo del conocimiento libre será creíble también como modelo de negocio, lo que incrementará el patrimonio tecnológico de la humanidad.